Examine This Report on relaciones tóxicas
Examine This Report on relaciones tóxicas
Blog Article
La resolución de este punto está muy ligada al primero; es decir, necesitamos trabajarnos y cuidarnos a nosotros mismos para no caer en la “necesidad”
Según John Gottman, un renombrado psicósymbol en relaciones, “el amor verdadero es una admiración profunda y respeto por la pareja que se manifiesta a largo plazo”
Para construir el amor es necesario formar un equipo y establecer las normas del juego. Para poder saltar a esa cancha relacional y afectiva deberíamos saber que son necesarias la comunicación, la escucha sincera y empática, los diálogos abiertos y la eliminación de pretensiones.
Este enigmático cuadro sugiere la naturaleza misteriosa y a veces incomprensible del amor verdadero, destacando cómo puede existir una profunda conexión incluso cuando no se revela completamente.
Para amar sin dependencia ni necesidad, hace falta valorarnos a nosotros mismos primero. Por tanto, no olvidemos lo siguiente, para decir “te quiero” primero debes saber decir “me quiero”. El amor propio y el conocimiento de uno mismo son las claves para generar relaciones saludables.
Sobre todo cuando esta distancia sentimental es valorada socialmente como una opción positiva e incluso como una actitud educada y racional.
El compromiso en el amor verdadero involucra una decisión consciente de mantener y fortalecer la relación.
Siglo XX y Contemporáneo: En los tiempos modernos, el amor verdadero se ha vuelto cada vez más asociado con la plan de encontrar una «alma gemela», una persona con quien uno puede conectarse profundamente en todos los niveles.
El amor verdadero también implica un crecimiento y desarrollo private continuo. Las personas en relaciones basadas en este sentimiento tienden a fomentar y celebrar el crecimiento personal y profesional de su pareja, incluso cuando este crecimiento implica desafíos para la relación.
Por eso preferir en vez de necesitar tiene como consecuencia directa otorgarle más valor a la persona que queremos, pues la valoraremos por quién es y no por lo que nos aporta.
Los miedos hacia el futuro y hacia lo que pueda ocurrir con esa relación presente tampoco importa. Porque no hay temores, solo la convicción de que aquello que se quiere, se cuida y se disfruta aquí y ahora.
La pasión puede ser inmensa, pero a veces fallan toda una serie de elementos donde el amor lejos de ser perdurable se queda en poco más que una aventura efímera.
Relacionarse desde la necesidad y la carencia conduce a relaciones tóxicas en las que cargamos al otro con la responsabilidad de hacernos felices. get more info De este modo perdemos todo nuestro poder particular y el Regulate sobre nuestros estados de ánimo.
Esta retrospectiva nos permitirá apreciar la diversidad y la universalidad de este sentimiento a través de los siglos.
Es verdad que no somos autosuficientes, pero es nuestro compromiso aprender a amar adultamente, comprender la diferencia entre pedir y exigir, aceptar que el otro puede no tener o no querer darnos lo que hoy necesitamos, y aprender la diferencia que existe entre renunciar y sacrificarse.